"En blanco y
negro son los trajes de los arlequines, y los dos ejércitos del ajedrez sobre
sus treinta y dos casillas blancas y sus treinta y dos casillas negras.
En blanco y
negro es el cine clásico de Casablanca,
y el de aquel ciudadano llamado Kane.
También en
blanco y negro son las teles antiguas, que si no te acuerdas de ellas es que
eres joven, y tus recuerdos son todavía blancos y no negros, como los de los
viejos.
Es de color
negro y de color blanco el café con leche, el as de picas, los dados blancos
con sus puntitos negros del parchís, el caballero de la mano en el pecho y las
letras que lees en los libros que te gustan, sobre sus páginas blancas.
La sombra
negra que proyectas sobre las arenas blancas de esa playa que visitas para
olvidar. El traje simpático de las cebras, que aunque parezca mentira no hay
dos iguales; y el buen jazz, que pueden tocar blancos y negros por igual,
mirando las notas musicales negras sobre el pentagrama blanco.
Más: la luna
blanca sobre la noche negra y transfigurada de Schönberg, y las golondrinas de
Bécquer, esas que sabían nuestros nombres, pero que por la tristeza de vernos
separados no quisieron volver jamás.
Y recuerdo
el blanco de tus ojos negros, y tu corazón, que también era en blanco y negro:
blanco, cuando me amaste; y negro cuando me abandonaste.
Y la luz
blanca de los faros del coche sobre el negro asfalto cuando conduzco de noche y
te recuerdo, tantas y tantas veces.
El ying y el yang de los orientales, midiendo el tiempo y el espacio en esa
lucha eterna entre la ausencia de luz y la suma de todos los colores.
Piénsalo,
que hay muchas cosas que combinan el blanco y el negro: la tinta negra de los
calamares blancos, las firmas importantes sobre blancos documentos, la bandera
a cuadros que se agita en el aire cuando llegan a la meta los Fórmula 1, creyendo que han
hecho algo importante; Joe Cocker, que era un blanco con la voz de un negro; el
teclado del piano de Chopin, con sus teclas blancas y sus teclas negras.
Y el cielo,
que a veces también se pone antiguo, como el de la foto que hoy te regalo. Ojalá que esta noche negra, cuando vayas a dormir, tengas sueños blancos y suaves. Y que tu pelo negro vuelva a posarse sobre tu cuello blanco, tal y como lo recuerdo."
E.M.
E.M.
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