"Ven y rescátame.
Ven y colúmpiame en tus manos suaves y serenas.
Sal de
los rincones de la vida para que te pueda conocer, ... de una vez por
todas.
Aparece sin ser llamada ni gritada, pues ya son muchos años
azules y torcidos los que te he esperado y desesperado, equivocándome
con unas y con otras.
Conóceme y reconóceme, en las noches blancas y en
las tardes de mil veranos.
Viájame a países amarillos, porque te he
esperado mucho tiempo para hacerlo. Pero date prisa, por favor, que noto
que me acabo y me arrugo. Que el tiempo y mi tiempo se acaban y puedes
llegar demasiado tarde, y solo te encuentres un libro abierto y mi aroma
en el aire.
Y hazme olvidar recuerdos y momentos vividos, mañanas de
sol enamorado, tardes de decepción desgarrada y noches de lágrimas
frías.
Así que ven.
Así que ven.
Ven y rescátame.
Ven sin pensarlo más. Sácame de este sitio
gris en el que me he hecho viejo casi sin enterarme.
Esperándote.
Soñándote."
E.M.