Dedicado a alguien que es como las amapolas: de campo, asilvestrada, fuerte, potrosa, ... y muy bonita.
Y por ser la única en conocer el motivo por el que hago fotos al cielo.

Translated Skies

El árbol de las brujas


"Las estrellas giran, las velas arden
y las hojas-ratón se escurren llevadas por el viento frío
y para ti un enjambre de sonrisas se enciende
en las cabezas que cuelgan del Árbol de las Brujas.

La sonrisa de la bruja y la sonrisa del gato,
la sonrisa de la bestia y la sonrisa del murciélago,
la sonrisa del segador cosechando,
brillan y cuelgan del Árbol de todas las brujas."

Ray Bradbury
El árbol de las brujas

[Esta foto la realicé una fría mañana de noviembre caminando por los campos cerca de mi casa. Me gustó el contraste entre la sequedad de la copa del árbol y la suavidad del cielo. Y de inmediato enlacé mentalmente con este poema de mi escritor preferido, que aparece en la novela del mismo título, y en el que se describen los adornos que cuelgan de un árbol mágico protagonista de la noche de Halloween]

Lux aeterna II

 
Con un pequeño y espontáneo movimiento te levantas. En ese momento me doy cuenta de que tu pequeño cerebrito ya ha decidido acercarse a mí. Y es entonces cuando empiezo a ponerme nervioso, como siempre, porque sé que en unos instantes estarás a mi lado y te podré respirar y admirar: momento sublime del eclipse en el que nos quedamos mirando hacia arriba con cara de tontos, aunque sepamos perfectamente cuál es el desenlace del asunto.
Llegas a mi lado y como siempre me miras con el cuerpo entero, y como siempre te sientas encogiendo las piernas, como si fueras esa sirenita sentada en la roca danesa. Te apoyas la cara en tu mano derecha clavándome los ojos y ese gesto, por alguna conexión extraña y ancestral hace que me sienta un hombre, pero a la vez un niño, desvalido y vulnerable mientras soy observado.
Me gustan tus piernas, pero nunca te lo he dicho, aunque ahora me apetece gritarlo para que se entere todo el mundo. Las admiro desde arriba y me muero por tocarlas, pero ahí las dejo, para que sigan caminando el mundo y llevándote a donde quiera que la vida te lleve.
Y también me gusta tocarte, aunque tan solo sea estirando un dedo tras tu espalda, rozándola levemente. Eso hace que te "sienta". Sueles pegar un respingo cuando lo hago y me miras enfadada, pero es un enfado de cartón y papel de seda, falso y suave a la vez.
A ti también te gusta que te toque, no te creas. Que me coges las manos y te las pones sobre tu cara mientras cierras los ojos, o tras las orejas, convirtiéndote por un breve momento en la gata que estoy seguro te gustaría ser.
Ahora un pequeño secreto: a veces te miro sin que te des cuenta. La verdad es que podría estar horas mirándote, sin cansarme (comprobado: no me he cansado). 
¿Qué qué es lo que miro concretamente? Pues esa manera tuya de caminar y de girar en torno a la esquina de una mesa, con un golpe de cadera sencillo y milimétrico. Y como entreabres un poco los labios y frunces el ceño cuando te concentras. O cómo llenas con tu risa una habitación entera. La manera de asentir con la cabeza cuando hablas con alguien mientras cruzas los brazos. Y esa forma ultrarápida de recogerte el pelo en tres segundos, con movimiento de dedos como pájaros.
Es tu cuello lo que más me gusta mirar, de espaldas si es posible. Hace que me convierta en un mirón perverso. Lo acaricio con la mirada durante dos o tres minutos, pero ni te inmutas de concentrada que estás en los problemas y nudos de tu vida.
Cuando el fin de fiesta se acerca y finalmente te vas de mi lado tan solo me dejas unas ganas terribles de volverte a ver.
Ahora, al ir terminando este texto acabo de darme cuenta de que lo he escrito usando verbos en presente. Pues nada, querido lector, hazme un favor y cámbialos tú. Mira, es fácil, te lo explico: dónde ponga “me miras” lo cambias por “me mirabas”, y dónde “me gusta tocarte” pues “me gustaba”.  
Es que comprenderás que no voy a escribirlo otra vez; ando escaso de tiempo e ilusión, y no me apetece sufrir más. 
Con una vez basta.

Nubes de evolución V


"Vente conmigo.
Vente. Viajaremos a países lejanos y amarillos, y pasaremos fines de semana perdidos para que nadie nos encuentre, o nos encontraremos, para que nadie nos pierda, como tú prefieras. 
Huiremos de las malas gentes, esas que odian a los gatos y tienen sus almas arrugadas. Despertaremos por las mañanas sin ganas de levantarnos de las cálidas sábanas, de las suaves caricias y decidiremos no hacerlo.
Cogeremos melocotones blandos en verano, lanzaremos risas y grititos suaves en otoño, respiraremos y cogeremos aliento en primavera, ... dormiremos en invierno.
Vente, que te quiero ver con el pelo revuelto y la respiración jadeante después de un lujurioso baño de verano mientras te acerques a mi caminando sobre la arena.
Seamos gamberros tú y yo, sobre todo tú, que yo soy el mayor y me siento mayor. Metámonos con los viejos y los niños, y con sus madres y sus padres, con todo el mundo; antes de que lo hagan ellos con nosotros. Gritémosles una ordinariez y salgamos pitando, muertos de la risa. Vivamos.
Y bailemos. Sobre todo bailemos, durante horas, hasta caer rendidos y que nos duelan los huesos y los ojos de tanto bailar. Saltos, brincos, y abrazos, muchos abrazos, para gastarlos. Y muchas risas, para olvidar.
Sonríamos a los guardias, a los curas, a los enfadados y desamables, a los traidores y a los sabios, a los que vienen y a los que van, a los anchos y a los largos, a los que suben, a los que bajan.
Saquemos la lengua de pura alegría, de pura tontería. Sígueme si te apetece, persígueme si te atreves, pero no dejes de reír, que me gusta tu risa de colores.
Y luego, mucho más tarde, mirémonos durante un instante. Como antes. Un poco serios (pero solo un poco), para darnos cuenta de que estamos aquí, y para sorber el momento inapreciable de habernos conocido, de habernos respirado."

E.M.

Nubes de evolución IV


"Tu abrazo,
ahora lo recuerdo,
en este lugar.
Sí, ... lo recuerdo:
ojos cerrados,
calma y silencio,
sentirse ambos,
juntos y abrazados,
quietos.
Tan solo unos segundos,
respirando la vida,
los dos.
En este mismo lugar,
sí, en este lugar.
Pero ahora ...
no estás."

E.M.

Odisea espacial


Esta fotografía la tomé pensando en ese plano del monolito en la película de mi vida, "2001, una odisea espacial", basada a su vez en la maravillosa novela del mismo título del gran Arthur C. Clarke.
Me ha parecido que sería la foto más idónea para abrir el nuevo año, el número 15 de la "Era Clarke".