CALMA
Cielo gris.
Suelo rojo.
De un olivo a otro
vuela el tordo.
En la tarde hay un sapo
de ceniza y oro.
Suelo gris.
Cielo rojo ...
Quedó la luna enredada
en el olivar.
Quedó la luna olvidada.
Emilio Prados
[Este poema se lo recitaba a mi hermana pequeña cuando ella tenía 4 años. Ella siempre acababa completando la palabra final de cada verso con una sonrisilla. Ahora, treinta años después, se lo recito a su hija Emma].
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