"¡Cuánto tiempo sin ver tu mirada radiante
ni oir tu fina risa!
Sé que en tu joven vida no habrá de pervivir
ninguna imagen mía.
Mas no importa: me basta que escuches ahora el cuento
que mi pluma te envía.
Un cuento que iniciamos en los días brillantes
de aquel cálido estío,
una simple canción que a acoplar nos servía
nuestro remar a un ritmo
cuyos ecos perduran por más que años celosos
nos sugieran olvido".
Lewis Carroll ("A través del espejo")
No hay comentarios:
Publicar un comentario